Circunda una queja el vértice de mi boca,
cómplice del silencio que ata mis razones.
Profano una promesa sin nombre
en la tertulia perenne de mis noches
cuando evoco la soledad.
Intento perforar las barreras del olvido,
engendrar nuevamente el níveo cuerpo
de tu semilla entera...
despoblarme de grafemas tristes
y volverme ecolalia en tu canción.
Abre tus manos...
déjame vivirte.
3 comentarios:
una belleza de poema Anita, leerte es un placer.
Un abrazo Gus.
Mi querida amiga, con que placer recorro cada una de tus letras.
Llegan como el suave viento de la primavera.
Mis besos amiga,
Feliz 2008.
rocio de la bruma
Tus metáforas siempre serán todo un arte.
Abrazos
Lu
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